Michel Gilbert, presidente de Red Parental Europa y cofundador de la Federación RedUNE, lidera desde hace décadas la denuncia del sectarismo y la pedocriminalidad, con un fuerte énfasis en la protección de menores. Conocedor directo de la feria BioCultura y de la asociación organizadora, se muestra especialmente crítico y denuncia la pasividad y complicidad institucional: “Se da espacio y legitimidad a promotores de pseudoterapias, discursos anticientíficos y entidades denunciadas por prácticas abusivas, con la permisividad de las instituciones que lo permiten desde hace décadas”.
Michel Gilbert, presidente de Red Parental Europa y cofundador de la Federación RedUNE, lidera desde hace décadas la denuncia del sectarismo y la pedocriminalidad, con un fuerte énfasis en la protección de menores. Conocedor directo de la feria BioCultura y de la asociación organizadora, se muestra especialmente crítico y denuncia la pasividad y complicidad institucional: “Se da espacio y legitimidad a promotores de pseudoterapias, discursos anticientíficos y entidades denunciadas por prácticas abusivas, con la permisividad de las instituciones que lo permiten desde hace décadas”.
En un comunicado interasociativo, organizaciones especializadas en la lucha contra las pseudoterapias, las pseudociencias y las sectas así lo han denunciado. La Red de Prevención del Sectarismo y del Abuso de Debilidad (RedUNE), la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP), Stop Pseudociencias, la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico (ARP) y la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), entre otras, han alertado recientemente sobre los riesgos que BioCultura representa, especialmente para menores, al legitimar prácticas sin respaldo científico y abrir espacio a grupos sectarios.
Michel Gilbert, el cofundador de la Federación RedUNE, lanza una denuncia demoledora: "Vida Sana es una organización con un pasado pedocriminal, tal como recogen AIS ProJuventud, UNADFI y otros expertos, y que ha operado con total impunidad gracias a la complicidad institucional". Son múltiples las fuentes que señalan que menores fueron explotados durante años en empresas vinculadas –la Asociación Vida Sana y BioCultura, entre muchas otras– sin escolarización, bajo control sectario y, en muchos casos, víctimas de abusos físicos, psicológicos y sexuales.
Critica la falta de cobertura crítica de los grandes medios y permisividad de las autoridades, ante vulneraciones de derechos humanos y de menores. "En Japón, tras descubrir la infiltración sectaria de la secta Moon y el asesinato de Shinzo Abe, se inició una investigación parlamentaria que culminó con la disolución judicial de la organización. Aquí, a pesar de evidencias similares, las instituciones y la prensa miran hacia otro lado. Es una vergüenza para todo el país y para la ciudadanía", arguye.
Para Gilbert, se trata de un escándalo comparable al ocurrido en Japón porqué "mientras la secta Moon se apoya en la religión para penetrar en la sociedad y en las instituciones, la ‘organización Vida Sana’ lo hace valiéndose del discurso sobre la vida saludable y los productos ecológicos".
Actualmente, la Asociación Vida Sana y BioCultura siguen recibiendo subvenciones, participan en políticas públicas y goza de legitimidad institucional como si nada pasara. "Esto no es ecologismo”, sentencia Gilbert.
El experto en Salud Mental, Steven Hassan, exmiembro de la secta Moon y doctor en Influencia Indebida por la Universidad Fielding (California), ya aportó su testimonio clave para este medio. Hassan vivió en primera persona el control absoluto que ejercen estas organizaciones. "Sé que el lavado de cerebro es real. Me habría suicidado si me lo hubieran ordenado. Son mecanismos de manipulación mental extremos para dominar a las personas. Sin embargo, la mayoría de los gobiernos prefieren ignorarlo o minimizarlo para evitar conflictos políticos o sociales", denuncia.Sigue leyendo el reportaje de investigación en la web ECOavant
No hay comentarios:
Publicar un comentario